Ya solo contaba los días que faltaban para irme, asistia a clases para que mi mamá no se preocupe, los días y las noches eran eternos, podia contar cada segundo y cada segundo que había entre cada uno de ellos, suelo sentarme en mi cama y poner canciones de Shawn Mendes, mientras miro mis alrededores y solo pienso y pienso y no hago nada más, observo como todo se va de una forma tan simple, mientras que nosotros hacemos milagros por retenerlos, se van como una gota de agua que al fin encuentra el mar o como una hoja reseca se deja llevar por los vientos, sin saber que destino le espera, así es la vida como una gota que se extiende y la perdemos sin tener la oportunidad de volver a encontrarla o como una hoja que se deja llevar, esto es lo que me pongo a pensar todo el tiempo, pensar que si no hacemos algo, no servimos para algo, ¿Para qué existimos?, pero hay que tener en cuenta dos cosas, una es que nunca es tarde para encontrarse y descubrirse y la otra es que la vida es corta y el tiempo corre y no deja de correr. Talvez ese sea mi miedo más grande, talvez sea descubrirme o talvez sea que se me acabe el tiempo.

Por suerte el día estaba cada vez más cerca, ayer fue mi último día en el Instituto y no tendre que volver a ver la cara de todos esos idiotas nunca más. Cuando terminamos de cenar, a mamá le llego una llamada del residente de la casa que vamos a comprar, mamá se levantó de la mesa y se fue a hablar a otro lado,se fue muy rapido mientras nos pedia que esperemos en silencio. Mamá me quiere mantener todo en secreto, quiere que me sorprenda, entonces no tengo ni la menor idea de como va a ser el lugar y si me va a gustar, la verdad es que por un momento puedo sentir que estoy un poco intrigada ¿Será que todo cambiará?